Finalmente se consiguió la victoria contra Osasuna, victoria por la mínima en un partido donde se volvió a demostrar la poca efectividad de cara a puerta que tenemos. Con la derrota del Madrid ayer estábamos obligados a ganar, era como un regalo caído del cielo, volvía a existir la liga, la posibilidad de remontar los puntos y de creer en el futuro. El Madrid llevaba tiempo demostrando una entereza fuera de lo normal, con esa derrota manifestaba que eran humanos.
La gente ilusionada, el partido apunto de comenzar y sobre el campo lo mejorcito que tiene el Barça ahora mismo. Poco a poco se desinflaba el partido, el ritmo decaía bastante y con el campo totalmente encharcado, la pelota era difícil de controlarla y de asistirla, de ahí tanta imprecisión. Iniesta que volvió a ser el mejor del Barcelona, dirigió a su equipo y movió la pelota a su antojo. Messi estuvo totalmente desaparecido y apenas chutó una vez a puerta, las ocasiones empezaban a llegar y tanto Henry, como Milito marcaron gol de cabeza en fuera de juego, el equipo achuchaba y el rival se replegaba demasiado. Bojan lucho lo indecible y demostró porqué de su llamada a la selección.
Tras el descanso y el paso de los minutos la gente se iba alterando y poniéndose mucho más nerviosa, ahora no solo ya no profundizábamos si no que el Osasuna se desmelenaba y se tiraba hacia arriba, creando peligro sobre la portería del Barça. Pese a tener más de diez córners a favor en todos los partidos, Frank Rijkaard, sigue sin preparar las jugadas a balón parado. Los saques al primer palo eran constantes y sólo alguno sacado en corto cambiaba la rutina. Los cambios se hacían esperar y esta vez el mister no defraudó y los hizo pronto. Giovanni salió por Henry y se asoció bien con Iniesta y Deco para profundizar sin balón por la banda. Los minutos pasaban y el juego del Barça no presagiaba buenas cosas. El balón empezaba a ser de un Osasuna que creía verse capaz de ir a por la victoria. Lo bueno del Barça esta temporada es sin duda la defensa, es complicadísimo encajar un gol. Pese a esto el empate era otro fracaso y Messi se retiró del campo sustituido por Ronaldinho. El brasileño no es que hiciera demasiado, pero creo algo de peligro, fijó a la defensa y luchó como hacía mucho que no lo veía.
La situación fue empeorando de tal modo que se llegó al 41´ y un servidor me esperaba lo peor. Incluso no estábamos volcados en el otro área. Xavi entró por Deco y empezó defendiendo una falta. Algo milagroso ocurrió entonces, algo que ya no me esperaba. Tras zafarse del defensa, Giovanni, pasó atrás, Iniesta recibió y disparó, el rechace le cayó a Xavi, que a puerta vacía y a bote pronto, disparó sobre la portería de Ricardo para marcar el único gol del partido. El de Tarrasa, marcó gol, el 1-0. Explosión de alegría en todos los aficionados y jugadores que se reunieron para festejar el gol. Había vida, por lo tanto, había esperanza. Que siga!!