Tras la disputa de la Audi Cup, el Barça tomó rumbo a EE UU para realizar la gira norteamericana que tenían programada. Después de un largo viaje Pep tenía programado un entrenamiento suave en unos jardines cerca de la Casa Blanca.
La expedición azulgrana se desplazó en autobús hasta Constitution Ave con intención de entrenarse en un parque frente al Obelisco pero, nada más ponerse a ello, un miembro de la seguridad de la zona les comunicó que estaba prohibido hacer ejercicio ahí. Mientras la seguridad del Barça trataba sin éxito de conseguir el permiso para quedarse, los jugadores esperaban bajo un calor sofocante. Al final, el equipo se vio obligado a volverse al hotel, donde se ejercitó en el gimnasio.