El próximo encuentro liguero que se disputa esta noche a las 22:00 h en el Cmp Nou (TV la Sexta) enfrenta al FC Barcelona y al Sevilla. Los andaluces son un equipo complicado que parece haberse asentado a las órdenes de Marcelino. Asentados en puestos Champions, son junto a Barça y Levante, uno de los equipos que no conocen la derrota en las siete jornadas que llevamos disputadas en la liga BBVA. El balance es de cuatro victorias y tres empates, el balance goleador no es excesivo un 8 a favor y cuatro en contra demuestra que rentabilizan los goles que marcan.
Es uno de los mejores equipos que juegan al contragolpe, una de sus virtudes. Marcelino ha conseguido un bloque muy bien armado en defensa que te destroza cuando dejas espacios atrás. Su mentalidad ganadora, una afición ambiciosa y la gran plantilla que tienen, les hace un club grande y un rival peligroso en cualquier partido. Si bien es cierto que muestra dos caras, es capaz de ganarle al Valencia con 9 jugadores o empatar en el Calderón, también muestra su peor cara dejándose puntos ante Osasuna o sufrir ante Sporting y Real Sociedad.
Los jugadores más peligrosos son sin duda kanouté, Jesús Navas y Negredo, aunque este último parece descartado por lesión. Tampoco podemos olvidarnos de jugadores como Medel, mediocentro defensivo muy trabajador que da equilibrio al medio campo. Perotti, el ex azulgrana Cáceres o el portero Javi Varas son otros jugadores importantes.
El partido viene en envuelto en polémica, la política se mezcla con lo deportico. Los sevillistas lucirán una camiseta expresamente en su visita al Camp Nou, con un lema singular: «Orgullosos de Andalucía». La iniciativa, adjudicada al departamento de márketing del club hispalense, que también ideó un vídeo que al final no ha visto la luz, no ha gustado en Barcelona. Como tampoco agradaron en Sevilla en particular y en Andalucía en general las declaraciones de Artur Mas y Duran Lleida ridiculizando la forma de hablar y criticando la política de subsidio agrícola andaluzas.
Esperamos ver un gran espectáculo dejando a un lado asuntos políticos.