Partido espeso y muy sufrido, más por la incertidumbre de un marcador corto que por el agobio del rival. El Granada no causó excesivos problemas a la portería de Victor Valdés que sigue aumentendo su record de imbatibilidad. El Barça está falto de ritmo, su juego parece pasar por una pequeña crisis. No hay desborde, es lento y muy previsible ante defensas tan ordenadas y compactas como le juegan al Barça. Las lesiones de Alexis y Afellay se empiezan a notar, dos extremos veloces con desborde ya que Pedro, Villa y Messi no parecen estar en su mejor momento. El joven canterano Isaac Cuenca fue titular.
Partidos así se consiguen gracias a una genialidad, y el Barça cuenta con muchos jugadores para desequilibrar un partido feo como el de ayer. Xavi de falta directa, logró el 0-1. Un golpeo preciso al que nada pudo hacer Roberto. A partir de ahí nada más, alguna ocasión de Messi (muy muy apagado e impreciso) y de Pedro que se lesionó en el tobillo y estará dos semanas de baja.
En la segunda parte el Granada se quedó con 10 jugadores y el Barça no supo matar el partido, pese a la superioridad númerica no encontró la velocidad adecuada y la circulación de balón no era la adecuada. Los cambios tampoco le dieron el salto definitivo, Villa, Iniesta y Keita no revolucionaron el encuentro que en los minutos finales vió como el Granada se quedaba con 9 jugadores. Partido para olvidar, tres puntos logrados con un fútbol malo al que no estamos acostumbrados aunque ya son tres partidos seguidos, Viktoria, Sevilla y Granada.