El Barça consiguió vencer al Málaga en la Rosaleda, a priori una salida dificil, pero que se solventó sin demasiados apuros. El 1-4 del marcador final, refleja lo que se vio en el partido. Valdés fue determinante con el empate a cero, Guardiola rotó al equipo dando entrada desde el inicio a Mascherano, Thiago y Adriano. Messi, después de algunos partidos siendo humano, volvió a ser decisivo. El crack argentino se echó al equipo a la espalda, hizo de organizador, de extremo y de goleador, además enmarcó su gran actuación con un hat-trick.
El Barça sufrió en la primera media hora, costó entrar en el partido, poca profundidad y escasa velocidad de balón. El Málaga tuvo el gol en la primera parte, pero una vez más, Victor Valdés resolvió el problema. Messi marcaba el 0-1 de cabeza tras un buen centro de Adriano. Con el gol a favor el juego de los azulgranas era más fluido. La segunda parte no pudo comenzar mejor para los de Guardiola, Alexis sentenciaba con el 0-2 tras varios rechaces en el área. Seguido llegó el 3-0, de nuevo Messi, tras recuperar un balón en el centro del campo y driblar a varios defensas batió por bajo a Willy.
Con el marcador a favor y el encuentro sentenciado, fue la hora de dar descanso a los jugadores de cara al partido del miércoles ante el Madrid. Adriano lesionado, Alexis e Iniesta (ovacionado por la afición rival), dejaron su sitio a Cuenca, Pedro y Dos Santos. El partido lo acabaron muchos jugadores canteranos y se vio las ganas que tienen de hacerlo bien. Le imprimen velocidad, agresividad, presión y de todo eso se aprovecha Messi que logró el 4-0, tercero de su cuenta particular. Otra arrancada desde el centro del campo y con muchos espacios, cambio de ritmo y definición perfecta. El Barça bajó el pistón y lo aprovechó Rondón para conseguir el gol del honor. Era el 1-4 final.