La final de la Copa Catalunya entre Espanyol y Barça demostró cuales son las dos mejores canteras de España. Ambos equipos jugaron con chavales del filial incluso juveniles. Sobre todo el Barça que no contó con nadie del primer equipo para este torneo. Fue el turno para Dos Santos, Rafinha, Deulofeu y toda la cuadrilla azulgrana que no pudo meter mano a un Espanyol muy sólido. El jugador del partido fue sin duda Thievy que entró en escena en la segunda parte y revolucionó la final con dos goles en 10 minutos. También consiguío el 3-0 con un auténtico golazo.
La Copa Catalunya, una competición que necesita reinventarse con urgencia, se fue por segundo año consecutivo hacia Cornellà. Los blanquiazules ganaron justamente la partida al ‘baby Barça‘, que pese al abultado resultado volvió a dar la cara y a demostrar que escuela de talentos de La Masia todavía tiene muchas más historias que contar.