Hace unos días recordábamos el calendario que tenían Barça y Madrid y antes del clásico era muy probable que la diferencia se redujera, pues bien, tras la victoria en Zaragoza por 1-4 y el empate de los blancos ante el Valencia, la distancia se reduce a 4 puntos. Es justo la diferencia que podíamos esperar o incluso superior ya que un nuevo tropiezo de los blancos en el derbi madrileño y la probable victoria del Barça ante el Getafe pueda dejar la liga en un pañuelo, a uno o dos puntos antes del decisivo clásico de finales de mes. Es una posibilidad, aunque llegar a cuatro puntos sumando los tres del Camp Nou dejaría emoción hasta el final. Si el Madrid no gana esta liga sería de locos, desaprovechando una ventaja de +10 puntos… pero la consistencia de un Barça que no se rinde puede poner muy nerviosoa los blancos. Vuelvo a repetir, no vale de nada si no se gana en el Camp Nou el clásico, por motivación, moral hasta final de temporada, por puntos, por juego, por presión…esos tres puntos son claves, sobre todo cuando al Madrid le quedaría Sevilla y Athletic entre otros donde podrían perder algo más.
Hablamos de pinchazos del rival porque es lo que nos mantiene con vida, pero un pinchazo del Barça daría por sentenciada la liga y ante Mallorca y Zaragoza, las dos últimas visitas, ha costado más de lo que se esperaba. En el partido contra los maños, la primera parte fue del Zaragoza que puso contra las cuerdas a los azulgranas. Varias aproximaciones con peligro, el penalti detenido por Valdés y el gol de Aranda, ponían en ventaja a los zaragozistas ante un equipo que sigue rotando y dejó en el banquillo a Busquets, Iniesta y Xavi. La apuesta arriesgada de Guardiola no le salió mal y la reacción del Barça no tardó en llegar. El guardameta maño regaló a Puyol el 1-1 y Messi dio la vuelta al partido con el 1-2 tras una contra con Alexis.
Solo faltaba sentenciar, pero el Barça también empieza acusar el desgaste físico y cuesta mantener la intensidad. Messi, Fábregas y Alexis tuvieron alguna oportunidad, pero no estuvieron efectivos. A falta de pocos minutos, Messi sentenciaba de penalti, 1-3. En el tiempo añadido, un jugadón entre Thiago, Pedro y Messi, permitió marcar al canario el definitivo 1-4. El Zaragoza acusó la expulsión de la primera parte, pero se mantuvo en el encuentro hasta el final arropado por su público. El Barça sigue recortando la distancia y ve como al menos su esfuerzo de continuar la persecución se va viendo recompensado.