La selección española de fútbol venció por la mínima, 0-1, a la selección de Georgia en el debut de España en la fase de clasificación para el próximo Mundial de Brasil. Pese a la superioridad del conjunto español, no fue un partido cómodo, España fue previsible ante un equipo encerrado atrás a verlas venir como le ocurre al Barça habitualmente. Ante este tipo de defensas, el juego debe ser mucho más rápido, preciso y con profundidad, admás hay que intentar el tiro de media distancia. Pocas ocasiones en la primera parte Xavi y Soldado probaron al portero y Silva se topó contra el palo, pero pese a rozar el 80 % de la posesión, muy pocas ocasiones de peligro.

En la segunda parte los cambios parecían mejorar a España, quitó a uno de los mediocentros, quitó a Arbeloa que nos demuestra en cada partido lo poco que aporta a este estilo de juego y metió a Cazorla, Pedro y el revulsivo Cesc Fábregas. Con apenas diez minutos para el final, el acoso de la roja fue en aumento, hasta que una combinación entre Pedro, Fábregas y Soldado, acabó en el único gol del partido, obra del delantero ché 0-1. Tres puntos importantes gracias a la victoria y continuarán las selecciones en octubre, ahí veremos a Francia, líder momentáneo del grupo I.