Hasta en uno de los clásicos más limpios y deportivos de los últimos años el Madrid se tiene que quejar. Ya demostran que no saben ganar, restregando los triunfos al Barça, burlandose de sus jugadores, provocando a los aficionados y proclamándose amos y señores del mundo. Por su puesto tampoco saben perder; perdiendo los nervios cuando el resultado no es positivo, agrediendo al rival, agrediendo al entrenador, poniendo en duda la deportividad del Barça, denunciando posibles dopajes a escondidas, no quedándose en el campo para ver al rival levantar la copa o no felicitar al rival al término del partido, son algunos de los ejemplos del Real Madrid.

Pero hay más, el Real Madrid no sabe ni empatar. Lo dicho, en uno de los clásicos más tranquilos algunos jugadores del Madrid tenían que soltar a pasear su bocaza. Comenzó su entrenador tras el partido, poniendo en duda el posible penalti sobre Ozil a lo que Tito, correctamente, le respondió sobre el posible penalti a Iniesta y la falta en la jugada del definitivo 2-2 sobre el manchego. Luego Pepe, un jugador que ya no debería estar jugando al fútbol por su violenta agresión a un compañero, recriminó a Iniesta el tirarse en esa jugada y tildó a los jugadores del Barça de teatreros y lo hizo un jugador con su historial, con un historial que asusta en agresiones y simulaciones. Una verguenza.

Iniesta no se quedó callado y le replicó mentando al central portugués al que todo el mundo conoce. Lejos de quedarse callado el central volvió aremeter con el futbolista español diciendo que “si se han ofendido es porque las verdades duelen”. En serio que estas acusaciones vengan de este tipejo o de su entrenador no tienen justificación y hablan de señorío? En Madrid ya vale todo y vale hacerlo de la forma que sea. El Barça golpeado una y otra vez tendrá que ir tomando medidas, Vilanova ya lo hizo tras el partido.