Esto es otra cosa, ayer se mejoraron muchas cosas en el aspecto del juego y volvimos a ver a un Henry inspirado. Segunda victoria consecutiva en liga, que nos sitúa de nuevo a cuatro puntos del líder a expensas de lo que haga el Madrid. Como se preveía ayer, hubo varias rotaciones en el once inicial. Milito y Abidal descansaban, así que sus puestos eran ocupados por Zambrota y Silvinho, Puyol volvía al eje central acompañado de Thuram. En el medio campo como pivote defensivo jugó Márquez que lo hizo de maravilla cortando y sacando el balón con sabiduría. Les acompañaban Xavi y Gudhjonsen. La tripleta atacante era la formada por Eto´o, Henry y Bojan. Capítulo aparte merece lo de Henry y Bojan. Y es que, pese a la enorme diferencia de edad que les separa -30 años uno y sólo 17, el otro-, la sintonía entre ambos es sorprendente. El ‘maestro’ francés y su ‘alumno’ catalán formaron un tándem demoledor ante un Murcia que se vino abajo tras el descanso.

El encuentro parecía llevar el mismo camino que los últimos disputados, y es que teníamos mucha posesión de balón, pero de medio campo hacia atrás. El Murcia esperaba e intentaba salir al contra ataque y en varios minutos del comienzo pudo dar algún susto. El público empezaba a impacientarse del juego realizado por el Barça, un juego sin profundidad, sin ocasiones de gol y muy lento y previsible. La incertidumbre se rompió a los 27 minutos, cuando Gudjohnsen, aprovechando un magnífico centro de Zambrotta desde la banda, marcó el 1-0 a bocajarro. El islandés fue otro de los destacados aportando, además de su gol, orden táctico y sacrificio en la media. El 1-0 dio tranquilidad al equipo, que había salido algo nervioso al campo. Un nerviosismo en el que también tuvo su parte de culpa el árbitro, Clos Gómez, y su asistente Gallego Galindo, tan puntillosos como poco acertados al señalar tres inexistentes fueras de juego del Barça.

En la segunda parte llegaría el festín de goles y las exhibiciones. Con el gol a favor y las líneas del Murcia algo adelantadas, los huecos eran explotados con jugadores rápidos y de calidad. Henry se marcó un partidazo que nos recordaba al jugador del Arsenal. Profundizaba, regateaba, pasaba, creaba peligro… solo le faltó el gol. Dio varias asistencias de gol, en una jugada suya personal llegaría el segundo. Tras recortar al defensa pone el balón entre la defensa y el portero para que Bojan marcara el 2-0. Ya en el 65′, Eto’o estuvo a punto de lograr el 3-0. Algo que consiguió poco después, en el 76′, cuando remachó a la red un nuevo centro de Henry desde la izquierda. Ya al filo del final, el camerunés logró el 4-0 culminando una buena acción individual. El partido parecía llegar a su fin, el juego del Barça volvía a brillar con luz propia. Zambrota estrelló un disparo en el larguero, Bojan pudo hacer algún gol más al igual que el sorprendente Henry. Las jugadas se elaboraban desde atrás y gracias a la presión realizada se pudieron robar pelotas muy arriba, donde creábamos peligro.

En definitiva, que la marcha de Eto’o a la Copa de Africa es la peor noticia para un Barça que arrolló, eso sí, a un rival flojo y poco inspirado. La otra cara de la moneda es el buen momento de Henry, cuyas dolencias en la espalda parecen ya superadas y que estuvo, sencillamente, espectacular. El Barça le necesitará más que nunca en una fase del campeonato especialmente delicada. Y, a final de mes, volverá Messi. Otro apunte para compensar el mal trago de la marcha de Eto’o…