Finalmente se consiguió el pase a los cuartos de final de la copa del Rey. Hoy hemos eliminado en una eliminatoria muy ajustada, al campeón del año pasado, un Sevilla que no lo ha puesto nada fácil y ha dispuesto sobre el terreno de juego dos partidos dificilísimos. Se esperaba un gran partido entre dos equipazos con muchas bajas, que pese a ellas, mostraron un partido atractivo y con incertidumbre. Naturalmente el gol conseguido por Henry en el partido de ida, nos ha dado la clasificación, gracias al valor doble de los goles conseguidos fuera de casa.
Comenzaba con ocasiones para ambos. Iniesta, el hombre más destacado del Barça, gozó de la primera oportunidad del partido, aunque su disparo salió cerca de la escuadra más lejana del portero. Luis Fabiano y Chevantón gozaban de ocasiones ante Valdés. La posesión, extrañamente era del Sevilla, y es que los andaluces necesitaban un gol mínimo. El Barcelona esperaba atrás e intentaba cazar alguna pelota para que, rápidamente, los delanteros azulgranas, salieran al contragolpe. Giovanni lo intentó por su banda aunque peca demasiado de individualismo y los rivales le tienen calado, su regate hacia dentro para conseguir espacio probar disparo con su pierna izquierda. Henry no estuvo tan activo como en los últimos partidos, pero apoyó e intentó encarar una y otra vez a los defensas. El conjunto andaluz gozaba de alguna jugada de peligro gracias a los córners y las faltas indirectas.
La tensión empezaba a relucir sobre el terreno de juego y sobre el rostro de los entrenadores. Ambos equipos buscaban el gol que les diera el pase a la siguiente ronda. Alves dio otro repertorio de fuerza, garra y coraje, pero esta vez Abidal y sus ayudas defensivas supieron pararle. El Barça se acorraló en su campo en los quince primeros minutos de la segunda mitad, tras el empuje del Sevilla. Poco a poco esa presión fue desminuyendo y gente como Xavi o Iniesta empezaban a mandar y a dirigir el juego a su ritmo. Bojan disfrutó de varios minutos y su entrega fue indiscutible. Combinó, apoyó, atacó, regateó y chutó a puerta. Era de lo poco que le quedaba al Barça en ataque ya que Henry bajó su rendimiento y Gio fue sustituido por Deco. Un Deco que volvía a jugar tras su lesión y que aportó madurez y templanza en el juego blaugrana. A falta de cinco-diez minutos los nervios estaban a flor de piel y llegarían las jugadas más peligrosas. Un gol anulado al Sevilla por fuera de juego claro de Duda, una mano de Poulsen, que casi acaba con gol para el Sevilla, balones recuperados inextremis… Un acoso que supieron resolver a base de tocar la pelota y manejarla con categoría e inteligencia.
Así llegó el final de un partido muy sufrido, pero que dará más importancia si finalmente se consigue el título, tras la eliminación al Sevilla. En la próxima fase, los cuartos de final, esperaremos al Recre o al Villareal, en una eliminatoria en la que están aventajando los andaluces. Sinceramente, creo que sería mejor que nos tocara el Recreativo, ya que a doble partido podríamos sufrir mucho menos que contra los castellonenses.